¿Cuándo puede ser necesaria la cirugía de retina?
Existen múltiples patologías de la retina y / o el vítreo que pueden provocar pérdida de visión y requerir tratamiento quirúrgico. Entre las más frecuentes se encuentran el desprendimiento de retina, patologías maculares como agujeros maculares y membranas epirretinianas, hemorragia vítrea (siendo la retinopatía diabética la causa más frecuente), inflamación intraocular severa o traumatismo.
¿Cómo es una operación de retina?
El procedimiento quirúrgico utilizado en estos casos se llama vitrectomía. Es una técnica microquirúrgica, generalmente realizada bajo anestesia local, que consiste en acceder al interior del globo ocular a través de pequeñas incisiones realizadas en la pared ocular (esclerótica). A través de estas incisiones podemos introducir una gran variedad de instrumentos que nos permiten extraer el humor vítreo, acceder a la retina y realizar todas las maniobras necesarias en cada caso. Al finalizar la cirugía, el vítreo que se ha extirpado debe ser reemplazado por otro material que, según la patología que estemos tratando, consistirá en suero fisiológico, gas o aceite de silicona. En ocasiones, en el postoperatorio, el paciente debe cumplir con una serie de posiciones de la cabeza que ayudarán a la correcta recuperación de su patología retiniana. Un avance notable en los últimos años ha sido la incorporación de técnicas de cirugía de microincisión que no requieren sutura. Esta técnica tiene la gran ventaja de ser menos agresiva para el ojo y con un postoperatorio mucho más cómodo para el paciente, con menos inflamación, con una recuperación más rápida y con excelentes resultados.